domingo, 1 de febrero de 2009

EL MANIFIESTO DE ABRANTES

No ambiciono el trono; estoy lejos de codiciar bienes caducos; pero la religión, la observancia y cumplimiento de la ley fundamental de sucesión y la singular obligación de defender los derechos imprescriptibles de mis hijos... me esfuerzan a sostener y defender la corona de España del violento despojo que de ella me ha causado una sanción tan ilegal como destructora de la ley que legítimamente y sin alteración debe ser perpetuada.
Desde el fatal instante en que murió mi caro hermano (que santa gloria haya), creí se habrían dictado en mi defensa las providencias oportunas para mi reconocimiento; y si hasta aquel momento habría sido traidor el que lo hubiese intentado, ahora será el que no jure mis banderas, a los cuales, especialmente a los generales, gobernadores y demás autoridades civiles y militares, haré los debidos cargos, cuando la misericordia de Dios me lleve al seno de mi amada Patria, a la cabeza de los que me sean fieles. Encargo encarecidamente la unión, la paz y la perfecta caridad. No padezco yo el sentimiento de que los católicos españoles que me aman, maten, injurien, roben ni cometan el más mínimo exceso...

  • ¿Qué tipo de texto es?
Es una declaración

  • ¿Quién es el autor?
Carlos María Isidro de Borbón

  • ¿A quién va dirigido el texto?
Al pueblo

  • ¿En qué circunstancias históricas se escribe?
1833, cuando se muere Fernando VII y se inicia una disputa en torno a quien debe sucederle, si se debe mantener la pragmática saciòn o imponer la ley sàlica

  • Explica a qué se refiere el autor en las siguientes expresiones:
Estoy lejos de codiciar bienes caducos: No tiene ansia de poder sobre aquello que no puede poseer. También va dirigido a la iglesia, declarando que solo desea el bien (divino)

Una sanción tan ilegal como destructora de la ley que legítimamente y sin alteración debe ser perpetuada. La ley sálica, frente hasta la entonces establecida pragmática sanción

Mi caro hermano: Fernando VII

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